España ha alcanzado un hito significativo en el ámbito mundial de inversiones inmobiliarias, ingresando a los cinco países más atractivos para el capital extranjero en el sector por primera vez. Según el último informe de Colliers sobre los flujos de capital global, España ahora ocupa el quinto lugar en todo el mundo entre los destinos más buscados para la inversión inmobiliaria comercial, aumentando tres lugares desde el primer trimestre de 2024.
El estudio destaca un cambio estructural en las preferencias de los inversores, ya que el capital comienza a alejarse de los Estados Unidos, un refugio tradicional en medio de la incertidumbre geopolítica. En este nuevo panorama, Europa emerge como la región favorecida, reclamando siete de los diez lugares principales en el ranking mundial: el Reino Unido, Alemania, España, Francia, Italia, Polonia y los Países Bajos. «Estamos presenciando una recalibración fundamental del capital global. Los mercados de EMEA, particularmente España, ofrecen una atractiva combinación de transparencia, liquidez y estabilidad de precios», dice Luke Dawson, jefe de mercados de capital global y EMEA en Colliers.
Este cambio en la inversión hacia Europa se acompaña de una fuerte recuperación en la recaudación de fondos de bienes raíces comerciales. Para mayo de 2025, la recaudación de fondos globales ya había alcanzado los $ 58 mil millones (€ 50 mil millones), lo que representa el 44% del capital total recaudado en 2024.
En España, una combinación de estabilidad macroeconómica y ajustes de precios en ciertos sectores ha creado un entorno especialmente atractivo para los inversores institucionales y privados. «El aumento de España en las clasificaciones no es coincidencia. Las condiciones del mercado y el clima económico han alineado el capital internacional con las oportunidades locales», dice Alberto Díaz, director gerente de mercados de capitales en Colliers España. «El marcado aumento de la recaudación de fondos señala niveles de inversión más altos en el mediano plazo, cimentando a España como un destino estratégico».
Este nuevo posicionamiento fortalece aún más el papel de España como un centro clave para el capital inmobiliario global, en un mercado donde la estabilidad, la transparencia y los rendimientos sólidos siguen siendo las principales prioridades para los principales inversores.